domingo, 13 de febrero de 2011

DEJAR DE FUMAR

   
Ante la necesidad cada vez más apremiante de los seres humanos por dejar de fumar se necesitan alternativas que posibiliten el cambio de manera natural y sin sufrimiento.  El hombre posee entre sus características más destacadas una, sin la cual no sería nada: la capacidad de aprendizaje.  El hombre puede aprender durante toda su vida.  Es una capacidad innata.

     Una persona que fuma tomó una decisión consciente e inconsciente, bajo tensión, en una etapa de su vida, ante un estímulo realmente intenso pero inofensivo. Realizó un aprendizaje intenso de una sola vez, a la primera y, posteriormente, cuando aparece este estímulo en su vida responde de igual forma, lo que representa un logro importante.

     Nuestra neurología configura rutas de respuesta desde el momento en que nacemos guiadas por el instinto de supervivencia.  Siempre, ante un estímulo positivo y otro negativo se decidirá por el positivo, o el menos malo si es el caso.

     Estos aprendizajes se mantienen activos siempre que no se incorporen otros mejores.
  
     En el tratamiento de deshábito del tabaco trabajamos con todas las modalidades en las que guarda y ordena nuestras experiencias la mente, y de esta manera nos desprendemos de los modelos en los que guardó el hábito en un momento determinado de nuestra vida.  Así se crea un espacio vacío que llenamos con un modelo nuevo, diferente para cada persona pues ella misma es quién lo identifica en su interior, evitando de esta forma la ansiedad y el mono que dejar de fumar produce cuando empleamos otras técnicas, ya que la necesidad que antes se cubría con el tabaco ahora se cubre con otra alternativa.

Se crea una ruta nueva y mejor que la anterior. De esta forma cuando el estímulo aparezca, la respuesta será diferente.  Ya no será tabaco.

     Con ésta técnica se separan, identifican, se accede y organizan programas de conductas individuales en los que cada persona consciente e inconscientemente se ayuda a sí misma.

No se necesitan ni hipnosis ni pastillas.  Tan solo 20 minutos y el hábito de fumar pasa a ser un recuerdo.


LO QUE UN CEREBRO HACE OTRO LO PUEDE HACER SI LE ENSEÑAMOS COMO.