Mujer de cuarenta y tres años de edad con diagnóstico médico alopático de Artritis Reumatoide. Se quejaba desde hacía mucho tiempo de intensos dolores en sus articulaciones, tanto de las extremidades superiores como de las inferiores y en el cuello.
Su medicación consistía en antiinflamatorios, cortisona y otros remedios meramente paliativos, pero sin cura posible en perspectiva para la medicina.
Al cabo de tres sesiones de Biomagnetismo mejoraron sus síntomas claramente. Después de cinco sesiones, sus dolores eran ya casi inexistentes y muy esporádicos, pudiendo por ende abandonar su medicación que tantos efectos secundarios trae.
